Oscuro Claro

Hace unos días tuve viví una situación cuanto menos curiosa. Andaba revisando Facebook cuando me encontré con un post de Asc Praxis Vega Baja en el que hablaba de la relación entre música electrónica y drogas.

Dado que tiempo atrás escribí un artículo sobre el tema, me llamó la atención y me dispuse a leerlo. Curiosamente, en el primer párrafo del texto, las fuentes eran exactamente las mismas que las presentadas por mi parte. Pero lo mejor fue que precisamente el segundo párrafo estaba literalmente copiado de mi artículo, sin ninguna clase de citación, así que comenté el post diciendo que ya que copiaban el texto de mi artículo por lo menos sería conveniente que me citaran.  Tampoco pedía demasiado.

 

Sin embargo, la reacción por su parte fue la siguiente:

  1. Borrar el comentario
  2. Modificar el texto y indicar “FUENTE: Revista Criminología y Justicia”. No se indicó ninguna fe de erratas.
  3. Enviarme un mensaje privado para indicarme que la próxima vez lo comentara en privado, además de intentar justificar que no se hubiera citado alegando que no todo el mundo tiene esa costumbre (¿?).
  4. No hubo disculpas.

 

Casi parecía que tuviera que pedir perdón por denunciar lo sucedido. Y por otra parte, la invitación a que las quejas se resolvieran de forma privada me pareció una respuesta más propia del siglo XX, donde las empresas funcionaban todavía a través de la comunicación unidireccional (algunas todavía hoy siguen intentando hacerlo al estilo tradicional aunque sea ya imposible).

En CyJ no pedimos demasiado. Contamos con licencia Creative Commons, que permite reproducir nuestros textos siempre que se cite y no exista ánimo de lucro. Se tratan de unas condiciones mínimas.

Por otra parte, en este caso en particular era además importante la cita teniendo en cuenta que las citas habidas en el post publicado por esta asociación fueron extraídas directamente de mi artículo, por lo que están al fin y al cabo sometidas a mi interpretación y pueden, como tales, ser erróneas.

Creo, quizá me equivoco, que no es tan difícil citar, y que tampoco pasa nada por pedir disculpas por el descuido. Eso hubiera bastado.

Pero como no fue así, este post, que solo yo puedo borrar, sirva como denuncia de lo sucedido.

ACTUALIZACIÓN A 30 DE DICIEMBRE: UNA DISCULPA A LA ASOCIACIÓN PRAXIS VEGA BAJA

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