Oscuro Claro

El de hoy es un post que tenía pendiente desde hacía tiempo acerca de un tema sobre el que me he proligado menos de lo que debería: los perros de raza. Vaya por delante la siguiente declaración de intenciones: soy contrario a toda actividad comercial destinada a la venta de animales. Partiendo de esa posición que algunos podrían considerar radical, entenderéis que me llame la atención que últimamente, cada vez que voy por la calle, solo vea 3 tipos de perros arrastrados por sus dueños:

  1. El bullgod francés
  2. El pug
  3. El boston terrier

Todos ellos son perros que cotizan a precios elevados, y que claramente están de moda. Hay que reconocer que se trata de perros entrañables, cariñosos y con un rostro que aparentemente refleja un estado de felicidad permanente. Sin embargo, si lo analizamos desde el plano de la salud, los problemas respiratorios, la propensión a infecciones oculares y la dificultad evidente que presentan a la hora de caminar deberían resultar preocupantes para cualquiera que lo observara. Me apena por estos perros, pero a la vez también me apena por los propios dueños que no siempre son del todo conscientes de los daños, y ni siquiera del origen demencial de los perros de raza, donde los cruces endogámicos son proporcionales al aumento de las enfermedades que estos sufren.

El documental que podéis ver a continuación presenta de forma muy clara la realidad de los perros de raza, y permite ver hasta dónde es capaz de llegar el ser humano con tal de tener un perro bonito. Una serie de actividades dedicadas a criar perros cada vez más enfermos (pero sanos en su origen) que a juicio personal deberían ser calificadas como criminales (cruzar a nietos con abuelos, realizar operaciones de cirugía estética, o sacrificar a perros por no cumplir con los estándares de raza son prácticas donde se conoce el daño realizado).

Actividades que solo son posibles gracias a la actividad comercial con animales, y de la que, como ya he dicho en otras ocasiones, el consumidor tiene parte de responsabilidad, ya sea con conocimiento de causa o por omisión de la realidad. Afortundamente la tendencia a acoger perros abandonados o a no discriminarlos en función de la raza va en aumento, pero parece que no lo suficiente a tenor de lo que uno se va encontrando por la calle.

No le quites ojo al documental, vale la pena.

Perros de pedigree al descubierto – YouTube2 por alex-wheler

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