Oscuro Claro

Hace un tiempo me sucedió algo curioso. Un buen amigo me comentó que había una oferta de trabajo en la que consideraba que encajaba a la perfección, por lo que me animó a que le enviara mi Currículum Vitae para que pudiera hacérselo llegar a la entidad. Me dispuse a enviarle entonces un currículum redactado en el que explicaba mi experiencia profesional en clave de humor. Cuando lo recibió, este amigo me comentó que «tenía que mandarle un currículum diferente, uno de verdad» por lo que tuve que elaborar, tras muchos años, un currículum tradicional.

Dado que hacía tiempo que no actualizaba mi vida curricular, me había propuesto revisar ese currículum tradicional para añadir la experiencia adquirida durante el último año. Sin embargo, como suele pasarme en muchas ocasiones, al final he acabado optando por hacer algo diferente, difícilmente calificable como currículum, pero que creo que refleja mucho mejor quién soy y qué hago con el tiempo del que dispongo. En este sentido, me pongo en la piel de un responsable de selección de personal y creo que revisar la experiencia laboral de cientos de candidatos tiene que ser un auténtico coñazo. Y como me niego a que su tarea sea tan aburrida, por lo menos aporto mi granito de arena para que se pase un rato entretenido.

Puede que luego mi perfil resulte más o menos interesante, pero creo que se pueden aportar muchos más detalles sobre la forma de ser de uno mismo desmarcándose del CV a la usanza. Habrá por supuesto puestos de trabajo que requieran un estilo estandarizado, pero cuando la ocasión no lo requiere mi apuesta en firme es salirse por la tangente.

Otro de los aspectos en los que procuro incidir es que el CV resulte lo más transparente posible. No quiero que se lleven sorpresas desagradables a posteriori, en la entrevista o incluso una vez contratado porque les he engañado o he inflado lo que hago o soy capaz de hacer. Si alguien se interesa por mí quiero que desde un primer momento conozca lo mejor posible mis cualidades, y no perder el tiempo con entrevistas que no van a llegar a ninguna parte. Ello supone la exclusión a las primeras de cambio de algunas ofertas laborales, del mismo modo que puede producir cierto rechazo para aquéllos que no vean con buenos ojos formas diferentes de darse a conocer. Pero en un mundo en el que cada vez resulta más sencillo obtener un perfil extenso sobre el carácter y los intereses de una persona resulta absurdo esconderse tras la imagen de un trabajador impecable que no tiene ningún defecto.

Como comento es mi visión, y como tal puede ser equívoca o no adecuarse a ciertos ámbitos profesionales, pero por lo menos a mí me ha dado hasta ahora resultados más que satisfactorios, así que seguiré apostando por este modo alternativo de darme a conocer.

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