Oscuro Claro

El pasado mes de marzo Eurofound publicó un completo informe sobre violencia y acoso en el trabajo en los países de la Unión Europea. En él se extrajeron un buen número de datos de interés a partir del compendio de estadísticas recogidas por todos los países miembros, que permiten elaborar un mapa sobre algunos aspectos relevantes en torno a la violencia en el trabajo:

  • España presenta uno de los índices más bajos de comportamiento social adverso (CSA) en el trabajo, bastante por debajo de la media europea y en consonancia con el resto de países del sur. Así, en torno al 8% de los encuestados en España afirmaron haber sufrido algún tipo de violencia en el trabajo, cuando la media europea se sitúa en torno al 15% según el informe. Hay que tener en cuenta que esa cifra puede darse por razones que no necesariamente van ligadas a una menor violencia: diferente definición de lo que se entiende por violencia en el trabajo, metodología que varía de un país a otro, diferencias culturales sobre el concepto de violencia etc. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que hasta hace muy poco el concepto de acoso laboral o mobbing era relativamente desconocido en España, cuando en otros países de la Unión Europea ya era un fenómeno ampliamente aceptado.
  • Un 1.9%  afirmó haber sufrido violencia física durante el último año.
  • Un 5% afirmó haber sufrido amenazas.
  • Un 4.9% afirmó haber sufrido situaciones de mobbing o acoso laboral.
  • Un 2% afirmó haber sufrido acoso sexual en el trabajo.
  • Un porcentaje ligeramente mayor de mujeres (15,1%) es más propenso que el de hombres (13,3%) a sufrir un comportamiento social adverso en el trabajo. Además, las mujeres reportan un mayor número de casos de acoso sexual, mientras que los hombres reportan unos mayores niveles de exposición a la violencia física. La ratio de personas menores de 35 años sujetas a condiciones de trabajo adversas es la más alta de entre todos los rangos de edad.
  • Tres países, entre los que se encuentra España, reportaron diferencias significativas en el trato al trabajador en función de su condición de nativo o extranjero. En España los ciudadanos extranjeros reportaron ser víctima de más violencia y discriminación en el trabajo que los nacidos en España. En cambio, en Alemania se daba una situación diferente: los nacidos en el país reportaban un mayor nivel de violencia externa que los extranjeros.
  • El sector sanitario y de servicios sociales es el que indicó unos mayores niveles de violencia y acoso en el trabajo, seguido del sector transporte, alimenticio, la administración pública y la educación.
  • Respecto a los factores más presentes en los casos en los que se sufre violencia y acoso en el trabajo, se reportó una estrecha relación con el grado de estrés que se sufre en el ejercicio de sus funciones, la sobrecarga de trabajo en forma de incapacidad para terminar el trabajo pendiente, o la ausencia de un equilibrio entre vida laboral y ocio. Tampoco deben ignorarse otros detalles relevantes, aunque con menor incidencia, como el riesgo de perder un trabajo en los siguientes 6 meses, o la mala organización del jefe a cargo del trabajador.

Así mismo, en dicho informe hace especial hincapié en los daños psicosociales que provoca la violencia en el trabajo. Así, muestra una serie de datos relevantes sobre la población que ha sufrido algún tipo de violencia física en el trabajo:

  • Hay un riesgo 3 veces mayor de sufrir depresión (28% frente a 9%)
  • Existe un riesgo 2.2 veces mayor de sufrir problemas de sueño.
  • La fatiga y el agotamiento en el trabajo es 1.7 veces mayor entre los que han sufrido alguna clase de violencia.
  • Existe el doble de riesgo de sufrir estrés laboral.

Respecto a los que han sufrido violencia psicológica los datos son igual de alarmantes, y los daños, evidentes:

  • Existen 4 veces más posibilidades de sufrir depresión.
  • Hay 3 veces más posibilidades de padecer problemas del sueño.
  • Casi el doble de posibilidades de sufrir fatiga o agotamiento físico.
  • Más del doble de posibilidades de reportar estrés laboral.

A pesar de la mayor concienciación en los últimos años, y a la reducción de episodios de violencia en el trabajo, Eurofound hace hincapié en que “muchas víctimas de la violencia y del acoso no recurren a la justicia debido a las limitadas perspectivas de éxito. De igual modo, son escasas las reclamaciones que se presentan ante organismos gubernamentales de promoción de la igualdad debido a que dichos organismos tienen muy poco margen de maniobra en cuestiones relacionadas con el lugar de trabajo, y los demandantes pueden exponerse a posibles represalias. Por tanto, la infradeclaración es un problema que comparten casi todos los países.”

Es por ello que en sus recomendaciones finales Eurofund reclame la importancia de “La sensibilización”, que “continúa siendo un elemento clave para favorecer la disminución de la violencia y del acoso en el trabajo, independientemente del contexto nacional y de otras circunstancias concretas.” Aboga también, entre otros aspectos, por “una política continua y coordinada con la participación de todas las partes interesadas” que sirva para “abordar de manera eficaz el problema a escala de la empresa”. Todo ello, por supuesto, acompañado de las correspondientes “Inspecciones de trabajo” que “controlen la aplicación” de dichas medidas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post Relacionados
Suscríbete ahora y recibe el ebook Nadie Debería Trabajar Jamás gratis
¡Lo quiero!
Total
0
Share