Si leíste el último artículo sobre homicidios en el comercio minorista probablemente no se te pasaron por alto un par de cifras relevantes:
- Que el 90% de las víctimas cuyo agresor era la pareja eran mujeres.
- Que el porcentaje de muertes perpetradas por compañeros de trabajo o clientes con el hombre como víctima era mucho mayor que el de mujeres.
Fruto de esta diferencia sustancial en las causas por las que se producen los homicidios en el lugar de trabajo, Tiesman, H. M., Gurka, K. K., Konda, S., Coben, J. H., y Amandus, H. E. (2012) realizaron un análisis de los homicidios en el lugar de trabajo en Estados Unidos centrándose en las mujeres víctimas entre 2003 y 2008. En el estudio, los autores ponen el principal foco de atención a la relación entre violencia sobre la pareja y homicidios en el lugar de trabajo. El motivo está justificado: si bien un 39% de las mujeres víctimas de homicidio en el lugar del trabajo fueron debidas a intentos de robo, en el 26% de casos el agresor era la pareja.
Entre los aspectos relevantes que se encontraron cuando revisaron los homicidios provocados por la pareja, encontraron que:
- Junto con las agresiones donde el motivo era el hurto, existía una diferencia significativa sobre el lugar donde se producía el ataque, dándose con más frecuencia en el sector privado que en el público.
- El arma de fuego era más habitual cuando el agresor era la pareja o un familiar (80%) que cuando el agresor era un cliente o compañero de trabajo (54%). Estaríamos observando una diferencia sustancial sobre el modo de ejecutar la agresión. Como ya vimos en el anterior artículo, muchos de los ataques de consumidores se producen en un momento inmediatamente posterior a una discusión, por lo que podemos intuir que esta diferencia se debe a una mayor planificación del hecho en el caso de la violencia sobre la pareja.
- Algunos sectores como el de la salud y la producción contaban con porcentajes más elevados de violencia intrafamiliar (46% y 52% respectivamente) respecto a la media (33%). Hay que entender esta diferencia no tanto porque sea un sector donde se producen más agresiones de este tipo, sino porque hay menos riesgo de que se produzcan, por ejemplo, agresiones por robo.
- Mientras que cuando el móvil es el robo o el agresor es un compañero de trabajo el lugar donde se comete el crimen suele ser habitualmente el establecimiento de trabajo (34% y 30% respectivamente) o el hogar cuando el agresor es un cliente (34%, mayormente relacionado con el sector de cuidados a pacientes o personas mayores), más de la mitad de homicidios donde existe una relación personal se producen en parkings (27%) o establecimientos públicos (24%). Esto introduciría otro punto relevante en el modo de operar del agresor, que sostiene la idea de planificación previa.
- También hay diferencias significativas en las horas en las que se producen los homicidios. Mientras los homicidios cuyo agresor es un compañero de trabajo o el móvil del crimen es el robo se producen habitualmente en las jornadas de tarde o de noche, cuando el agresor es un cliente o hay una relación personal la agresión se produce entre las 8:00 y las 4 P.M.
Podemos intuir entonces que el modo en el que se comete el crimen difiere en el arma con la que se ejecuta, el horario, y el lugar donde se lleva a cabo. Resulta importante entender que el lugar de trabajo puede convertirse en un espacio vulnerable donde el agresor ve más posibilidades de conseguir cumplir su objetivo con éxito. Así, si el agresor conoce bien el lugar de trabajo de la víctima, probablemente sepa encontrar los puntos débiles donde agredirla.
En este sentido, es importante que la empresa coopere en todo lo necesario cuando tiene constancia de que una persona se encuentra en situación de riesgo o ha presentado una denuncia contra su pareja. La organización debe prestarse como un agente más de soporte cuando un empleado es vulnerable.
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