Oscuro Claro

Comentaba ayer con algunos compañeros que la única buena noticia que podían tener los familiares de las víctimas del accidente aereo era que debido a que el acceso a la zona del siniestro era bastante difícil, las televisiones y los medios de comunicación iban a tenerlo bastante difícil reproducir imágenes morbosas durante estos días. Algo que en parte evitaría el proceso de revictimización. Sin embargo, las últimas averiguaciones obtenidas a través de una de las cajas negras del avión asegura que el espectáculo dure por lo menos unos días.

Ya dejé clara mi opinión hace un tiempo: a los programas televisivos que se alimentan básicamente de esta clase de dramas las víctimas les importan un pimiento por mucho que nos vengan con la monserga contraria, del mismo modo también me muestro crítico con el consumidor de esta pornografía del desastre. El trato que se le da a esta clase de sucesos hace que se pierda toda noción de la realidad, y que una desgracia se convierta en un producto de consumo. Y como producto que es, eso implica que, una vez agotadas todas las imágenes y especulaciones habidas y por haber, se retira del mercado a la espera de otro acontecimiento de similar calibre. Nadie se acuerda de las víctimas apenas un año más tarde y poco o nada de relevancia queda de toda esa amalgama de afirmaciones realizadas en dichos programas.

A la vez, este tipo de tratamiento que recibe la información pone de manifiesto un hecho evidente: hay muertos de primera y muertos de segunda. El perfil de muerto de primera suele responder habitualmente a un occidental que ha muerto de manera traumática y/o violenta, a ser posible que se pueda atribuir dicha muerte a un individuo o individuos determinados, y que dicha muerte no genere controversia o cargo de conciencia al espectador que consumirá ese suceso.

Los muertos de segunda los podemos imaginar fácilmente. Por ejemplo, escaso ha sido el eco que se le ha dado a las más de 10.000 muertes por ébola que se han dado el último año en África occidental. Sin embargo, el espectáculo que se llevó a cabo tras el contagio de la enfermera Teresa Romero  tuvo una cobertura infinitamente mayor que la que se le dará a los más de 24.000 infectados por la enfermedad en África. Resulta también llamativo que muertes que nos tocan más de cerca, como los 25.700 muertos en las carreteras de los territorios miembros de la Unión Europea en 2014, tengan escasa relevancia en los medios a pesar de tratarse de una información muy reciente.

Durante los próximos días, todo lo que no esté dirigido a dar soporte a los familiares de víctimas resulta gratuito e innecesario. Ojalá algún día aprendamos a saber abordar con el respeto debido esta clase de desgracias, pero ahora mismo lo vislumbro como algo muy lejano.

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Fotografía de Jan Ramroth

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¿Es posible hacer un grado con la oferta actual de MOOC?

Ya he hablado en varias ocasiones de la disrupción que ya está provocando el modelo MOOC para las universidades. En primer lugar, las universidades que hasta ahora han estado ofreciendo formación online están presentando considerables descensos en el número de matriculados (la UNED por ejemplo, tuvo un descenso del 12% en el presente curso 2012/2013, y no es la crisis la causa única). En segundo lugar, la oferta de cursos en abierto empieza a ser tan amplia y heterogénea que lo difícil ahora es no encontrar ningún curso de interés.

Tal es así, que alguien se ha decidido a hacer algo que comenté hace unos meses pero que veía aún lejano (que equivocado estaba): intentar hacer el equivalente a un año de grado a través de los diferentes MOOC que hay disponibles.

Se trata de un experimento que, si sale bien, marcará un precedente del que muchos quizá tomemos ejemplo (por lo pronto, yo ya he programado mi propio semestre de criminología, del que os hablaré un poco más adelante). Sea como sea, la universalización de la educación y el acceso al conocimiento parece que avanzan a pasos agigantados.  

UB y ISPC siguen sin tener en cuenta la opinión de los criminólogos

Hace ya unos meses hablaba de la intención de la Universidad de Barcelona de implantar, en conjunto con el Institut de Seguretat Pública de Catalunya, un nuevo grado en seguridad que podía provocar un agravio comparativo importante en Cataluña sobre el colectivo de criminólogos. Como ya sabréis muchos de vosotros este hecho provocó más revuelo que el que esperaban desde las instituciones mencionadas, tras destapar la Asociación Catalana de Criminólogos el caso. Se llegaron a mantener reuniones con las diferentes asociaciones de criminólogos de Cataluña, y incluso se realizó una recogida de más de 1200 firmas en contra del grado de seguridad, que se entregaron recientemente al ISPC, y en cuya reunión les pidieron que esperaran a ver el plan de estudios antes de juzgar el grado en seguridasd.

Sin embargo, al final está visto que hacen lo que le sale de los cojones, que para algo los tienen bien grandes. Ni cortos ni perezosos, hace dos días ISPC y UB firmaban el convenio que oficializaba la impartición del grado en seguridad para el año 2014-2015, incumpliendo sus propias promesas, y corriendo un tupido velo sobre toda la polémica habida durante estos últimos meses.

Con la intención de revisar todo lo que se vino diciendo desde la UB para calmar los ánimos, quise revisar el documento que el decano de la facultad de derecho Enoch Albertí había dirigido a la comunidad de estudiantes de criminología y donde tachaba a la Asociación Catalana de Criminólogos de dar información falsa y absolutamente injuriosa. Accedí al apartado de novedades del grado de criminología y cliqué en el tercer enlace:

Pero cual es mi sorpresa que lo que me encuentro a continuación es la siguiente pantalla:


Nada, que parece que han borrado el documento. Pero como ya en su momento tenía la sospecha de que era algo que podía suceder, hice bien en guardarme una copia de tan valioso documento ;-) , que he subido a Google Drive para que no quede en el olvido. Realmente no tiene desperdicio. Me quedo sobretodo con el último párrafo, que reproduzco a continuación:

 

Les properes setmanes aquest Deganat informarà de primera mà al Consell d’Estudis de Criminologia de tots els temes que en aquest document han estat anunciats. Entenem que una informació parcial, inexacta i en molts extrems tergiversada i falsa com la que ha estat difosa per l’ACC, hagi pogut causar inquietud entre els estudiants de l’actual Grau. Però no hi ha motiu per l’alarma. Seria suïcida per la Facultat actuar contra ella mateixa. En aquest sentit, és completament fals i injuriós que “la Universitat de Barcelona hagi pactat acabar amb les oportunitats laborals dels criminòlegs”, com demagògicament s’hi afirma. Ans al contrari: no només no amenaçarem els estudis de Criminologia sinó que farem tot el possible per millorar-los i enriquir-los. Estem convençuts que el nou Grau en Seguretat no posarà en perill cap de les possibles sortides professionals dels criminòlegs en el món de la Seguretat, ni pública ni privada.

 

[Las próximas semanas este Deganado informará de primera mano al Consejo de Estudios de Criminología de todos los temas que en este documento han sido anunciados. Entendemos que una información parcial, inexacta y en muchos extremos tergiversada y falsa como la que ha sido difundida por la ACC, haya podido causar inquietud entre los estudiantes del actual Grado. Pero no hay motivo para la alarma. Sería suicida para la Facultad actuar contra sí misma. En este sentido, es completamente falso e injurioso que la “Universidad de Barcelona haya pactado acabar con las oportunidades laborales de los criminólogos”, como demagógicamente se afirma. Al contrario: no solo no amenazaremos los estudios de Criminología sino que haremos todo lo posible para mejorarlo y enriquecerlos. Estamos convencidos de que el nuevo Grado en Seguridad no pondrá en peligro ninguna de las posibles salidas profesionales de los criminólogos en el mundo de la Seguridad, ni pública ni privada.]

 

De todo lo mencionado por el decano, nada se ha demostrado hasta ahora. No se ha presentado hasta ahora ni  un solo documento oficial sobre el plan de estudios previsto (ni siquiera el esbozo), ni se ha informado correctamente sobre los temas que se anunciaban en el comunicado, ni se ha demostrado con hechos que la ACC se equivocaba en lo que decía. Si fuera estudiante de criminología de la UB, estaría de todo menos tranquilo, y con motivos fácticos para la alarma. La ignonimia con la que han sido tratados los criminólogos desde que se hicieron públicas las intenciones hasta ahora es de traca. ¿Cuántos acuerdos han alcanzado hasta ahora UB y ISPC que favorezcan a los estudiantes de grado de criminología? ¿Son conscientes de que las expectativas laborales de una gran parte de estudiantes de criminología se encuentran dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado? ¿Qué han hecho por mejorar y enriquecer los estudios de criminología? ¿Cuál es la información parcial, inexacta y en muchos extremos tergiversada y falsa que se ha dado hasta ahora en torno al grado en seguridad? Dígannos la verdad: ¿Cuáles son las verdaderas intenciones por las que se implanta este grado?

 

Si tienen respuestas a todas estas cuestiones, parece que poco les importa que se conozcan. Toman ejemplo de la doctrina política dominante de guardar silencio y tirar para adelante hasta que la gente se olvide del conflicto.

 

Por eso los acuerdos se firman siempre en periodos vacacionales.  

 

P.D: Algunos han criticado que me entrometa en un asunto que no me compete. La respuesta es que sí me compete desde el momento en que se trata de una cuestión en la que las partes implicadas son todas ellas instituciones públicas. Que nos hayan querido educar para que no metamos las narices en aquéllo que no nos afecta directamente no significa que como ciudadanos no tengamos esa posibilidad (y de hecho, debiera ser un deber) de ejercer el control sobre nuestras organizaciones. 

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