Oscuro Claro

Las explicaciones teóricas para entender el fenómeno del comportamiento antisocial en el trabajo son muchas y muy variadas. Una de ellas, propuesta por Andersson y Pearson (1999), resulta interesante para entender por qué hay conflictos que no van a más y otros que sí dentro de una organización: entendiendo el fenómeno como una espiral.

Según su visión, ante una acción incívica de un sujeto sobre otro, será la respuesta que dé el otro la que fomentará esa espiral. La idea básica es: si el sujeto A ataca y B contraataca, el sujeto A volverá a atacar nuevamente a B como respuesta al contraataque, y así sucesivamente. Eso permitiría entender cómo un fenómeno va agravándose con el paso del tiempo. A la vez, también puede darse dentro de la organización una espiral de espirales, es decir, que un sujeto C, que es muy amigo del sujeto B, también decida atacar a A. De este modo se comprendería por qué en muchas ocasiones empleados que no estaban implicados en el problema original acaban tomando parte de él.

Si bien a nivel gráfico se trata de una teoría que permite comprender la escalada de conflictos dentro de una organización, cuenta con algún que otro aspecto criticable. Por ejemplo, no explicaría una conducta de acoso laboral, donde si bien sí puede haber una respuesta inicial del sujeto B ante un ataque del sujeto A, una vez el sujeto B ha sido anulado todos los ataques proceden de A.

Una variación de esta teoría que podría acercarse más a la comprensión del fenómeno sería la siguiente: el sujeto A ataca a B, B responde de la forma que el sujeto A espera, por lo que decide proseguir con un nuevo ataque sobre B. En la medida en que las respuestas de B a los ataques de A cubran sus expectativas, la escalada de violencia seguiría aumentando. Así, un ataque remitirá solo cuando no se cubran las expectativas del agresor.

En la práctica resulta complicado contrastar mediante evidencias empíricas este tipo de teorías. Para ello deberían ser capaces de aislar casos que a la postre resultan mucho más complejos que una situación de acción-reacción, ya que los agentes implicados suelen ser más de dos. Un conflicto que escala en una organización obedece a aspectos individuales de los sujetos implicados, pero estos no son ni mucho menos los detonantes: dependen también de aspectos organizacionales y macrosociales que facilitan la escalada de conductas antisociales y comportamientos violentos dentro de una organización.

Si quieres leer más sobre violencia en el trabajo puedes ir aquí y aquí. Si quieres saber más sobre acoso laboral, puedes hacerlo aquí o aquí.

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