Oscuro Claro

Los acontecimientos surgidos esta semana a raíz de un incidente a priori aislado en torno a la presentación de una escena del crimen en la feria de educación AULA por parte de la Universidad Camilo José Cela han superado sin duda todas las expectativas generadas.

La presión colectiva sobre un acto a todas luces reprochable ha sido masivamente criticado por criminólogos y estudiantes de criminología, que cansados de tener que aclarar constantemente a qué se dedican, ven como desde las propias universidades se confunde expresamente a los potenciales alumnos con un único afán de lucro. Un episodio muy grave, por muchas explicaciones que se den por parte de dicha institución. Por muy visible que resulte una acción de este tipo, es indignante ver hasta qué punto no son conscientes de lo que perjudica a nuestro futuro profesional.

Sea como fuere, el intento de censura de la opinión de los que nos desvivimos por la criminología fue el punto culminante que desató el enfado definitivo, y que ha obligado a dicha Universidad a tener que recular en la gestión de la situación, amén de tener que dar explicaciones de las razones por las que se realizó dicha actividad en AULA (las razones por las que en un primer momento censuraron la opinión de la gente o por las que sigo estando bloqueado en su página de Facebook brillan por su ausencia).

Sin embargo, el revuelo generado fue tal que en un ejercicio quizá precipitado por parte de la universidad, y con la intención de demostrar que son transparentes y dialogantes con la opinión de los criminólogos, publicaron una serie de preguntas más frecuentes en las que se abordaban también las razones por las que se iba a implantar el grado de criminología en 3 años. Un punto muchísimo más importante si cabe que la desafortunada escena del crimen presentada en AULA, y que tiene su raíz en la carta abierta de rechazo a la implantación del grado que firmamos 8 entidades dedicadas a la criminología de diferentes partes del territorio nacional. Dicha carta, enviada el 27 de febrero, no había recibido hasta ahora respuesta alguna, de ahí la sorpresa generalizada cuando nos encontramos con un popurrí de Preguntas Más Frecuentes en las que se intentaban dar explicaciones al comportamiento de esta universidad en los últimos tiempos.

Se trata de un comunicado plagado de errores ortográficos, copia-pega, contradicciones de hecho y mentiras. Me fascina una de las frases finales en la que dice textualmente que El nuevo Grado de Criminología en 3 años ofrece una formación básica y generalista en todas las ciencias criminológicas sin la necesaria especialización de los actuales Grados.”. Sin quererlo, confirma que el grado en Criminología solo ofrecería una formación básica, y que la especialización es “necesaria”. Evidencia entonces que la reducción en un año va a suponer una pérdida de valor del egresado en criminología. Se complementa además con la afirmación del punto 4, donde indica que “El Grado de Criminología en 3 años prima la formación básica y generalista, y no la especialización del estudiante, como con el Grado en 4 años. Es decir, que reconocen que el grado de 4 años sí que vendría a cubrir la formación especializada necesaria.

En cualquier caso, debe quedar claro que esta universidad no va a cambiar su decisión. La actitud dialogante por la que han optado tras rectificar es tan solo una estrategia. Si realmente hubieran tenido en cuenta de algún modo la opinión de la comunidad criminológica no hubieran implantado el grado con tanta precipitación. Queda bastante latente además que el quid de la decisión tomada es puramente lucrativo, buscando que el alumnado, ante la ausencia de formación especializada con la que terminaría el grado, fuera conducido a realizar el Master Universitario Oficial en investigación Criminal: Criminalística” que ellos mismos ponen como ejemplo en el punto 7 (no iban a ser menos y aprovecharon una vez más para promocionarse, incluso en un comunicado).

Se trata de una decisión en la que dudo incluso que el propio departamento de criminología de dicha universidad haya tenido mucho que decir, si bien esto solo lo puedo manejar de modo hipotético en un afán de buscarle una explicación al sinsentido de las decisiones que están tomando.

En este sentido, concuerdo punto por punto con la réplica que ha realizado Carlota Barrios, quien además conoce como pocos dicha universidad por haber estudiado allí. En el informe que ha realizado deja constancia al detalle de lo insostenibles que son las respuestas dadas por la Universidad Camilo José Cela a las críticas por la implantación del grado en 3 años.

Termino con una nota positiva. Lo sucedido demuestra hasta que punto la presión colectiva puede llegar a dar sus frutos. Afortundamente, el nexo que vamos teniendo entre los implicados en la disciplina es cada vez mayor, y eso juega mucho a nuestro favor. Somos cada vez más capaces de arrollar con todo aquéllo que consideramos inadecuado, y esto marca un precedente de que cuando el apoyo a un criminólogo sea necesario habrá un batallón detrás preparado para desplegar sus armas de presión masiva.

YOSOYCRIMIMEME


P.D: Hablando de buenas noticias, el Colegio de Criminólogos de Asturias ha sido aprobado por unanimidad. ¡Enhorabuena!

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