Hace unos días The Hustle publicó un revelador artículo que pone de manifiesto algo que los que venimos manejándonos en la venta de ebooks a través de Amazon podíamos intuir: la existencia de un importante mercado de «autores fantasma» que se dedican a proporcionar redacciones sobre infinidad de temas y que con una trabajada apariencia de rigor consiguen posicionarse en los primeros puestos de las listas de ventas.
El testimonio del artículo presenta el modo en el que es capaz de publicar varios libros al mes: redacta un breve resumen de no más de 3.000 palabras con el contenido que quiere que tenga el libro; le envía el contenido a su autor fantasma residente en Filipinas, que por la módica cantidad de 150 dólares le devuelve en una semana una obra de 30.000 palabras basándose en el resumen. Un contenido que con una portada que no le cuesta más de 5 dólares, y que consigue vía Fiverrr, hace que por 200 dólares pueda tener un ebook listo para publicar en menos de dos semanas. Si a ello le sumamos la compra de reviews para posicionar mejor su obra, tendremos en poco tiempo un best-seller por el que, según el testimonio, puede obtener miles de dólares mensuales.
El mérito de este autor estriba, quitando lo reprochable de su modo de proceder, en ser capaz de detectar a la perfección las necesidades del mercado de ebooks de Amazon. Para ello, su tarea es la de explorar qué tipo de libros son los que más se venden, y dentro de ese nicho detectado, ver, a partir de las reseñas negativas que se hacen de esos libros, qué es lo que puede ofrecer que todavía no haya hecho otro autor. En la teoría parece sencillo, pero en la práctica no es tan fácil de conseguir. Sea como fuere, este autor no tiene reparos en publicar libros sobre temas de los que no tiene la menor idea, pero aún así consigue posicionar con bastante frecuencia.
El mercado de ebooks de Kindle ha conseguido relanzar los libros útiles o de autoayuda. Por ello no debe extrañarnos encontrar infinidad de obras guía, muchas de ellas de poca extensión (habitualmente no más de 50 páginas), que te explican cualquier cosa que desees aprender. En este tipo de obras la calidad de la escritura es algo que importa relativamente poco: lo fundamental es que el lector pueda aprovechar (o se crea) lo que le dicen.
Este ejemplo es relevante en tanto muestra una realidad que no es solo un problema que tiene Amazon: la dificultad para premiar la calidad dentro de estas plataformas. Igual que Google lleva años peleando por intentar mostrar el mejor contenido en su buscador, Amazon cuenta con el problema de hacer que destaquen obras cuya calidad es bastante dudosa, y hace que el posicionamiento de un ebook dependa mucho más del conocimiento del sistema de posicionamiento y ventas de Amazon antes que de la buena calidad de la obra.
Que han existido siempre autores fantasma es un hecho. Que con la democratización en la publicación de libros han experimentado un auge, también. Queda por ver si eso no terminará por afectar a la calidad de las obras que se publiquen. En definitiva, tanto que hemos denunciado las prioridades que tenía la industria cultural a la hora de publicar, no resulta extraño pensar que el modelo de autopublicación de libros acabe sometido también a los mismos patrones.