Oscuro Claro

¿Qué hay tras la corriente minimalista para que se haya convertido en un movimiento de moda?

Una vez más he vuelto a caer en el error de darle una oportunidad al pensamiento minimalista. De hecho quizá sea demasiado pretencioso llamarlo pensamiento minimalista, como si hubiera detrás de ello una reflexión ambiciosamente profunda.

Ya me llevé esa sensación cuando me topé con el documental Minimalismo: las cosas importantes, un acopio de testimonios de gente que decide llevar al mínimo indispensable la posesión de objetos como paso a la felicidad. Me la llevé más tarde al leer el libro Minimalismo digital: En defensa de la atención en un mundo ruidoso, una obra que presume de un método para concentrarnos en las cosas verdaderamente importantes, y que se puede sintetizar así:

  1. Realiza actividades físicas en sustitución de las digitales
  2. Planifica tu ocio
  3. Desinstala las aplicaciones de RRSS del smartphone
  4. Haz un “ayuno” de 30 días para desintoxicarte
  5. Limita el tiempo de uso de redes e internet a un número limitado de horas a la semana
  6. No interactúes mucho en redes

Ahora, a esas decepciones previas se suma la de Goodbye, things: Cómo encontrar la felicidad con el arte de lo esencial, un libro que ha sido best seller en Japón y que vuelve a decepcionar una vez más las pocas expectativas que ya tenía sobre esta corriente. Quizá esta vez ya sea culpa mía por caer tantas veces en la misma piedra.

Pero ¿Qué problema tienes con el minimalismo?

Puede parecer contradictorio, pero comulgo bastante con la parte esencial del minimalismo que apuesta por no ahogarnos en la abundancia de lo material. Quizá ese punto de partida es el que hace que me haya interesado conocer un poco mejor de qué va eso del minimalismo.

Sin embargo, veo que la trascendencia que se le da al hecho de tirar cosas y contar con lo mínimo indispensable en el hogar está algo vacía de significación. Se pretende vincular un proceso asceta no muy ambicioso con acercarse a la algo parecido a la felicidad desde una posición donde toda la responsabilidad recae en el individuo.

Por qué el minimalismo es una versión blanda del ascetismo

Si algo caracteriza al minimalismo es al hecho de atribuir cierto misticismo al hecho de deshacerse de pertenencias y conservar una pequeña parte de las posesiones. Esa mística es la que comparte con cualquier otra corriente asceta, pero la diferencia sustancial es que el minimalismo no parece renunciar a un estilo de vida materialista. Su única ambición se mueve en el hecho de acumular poco en el hogar, pero el materialismo va más allá de lo tangible o lo que poseamos. La necesidad de vivir una experiencia constante también implica de algún modo una posesión, aunque esta sea de carácter temporal. ¿Qué es sino la obsesión por viajar a cuántos más lugares mejor sino una acumulación de experiencias? El minimalismo también es consumista.

El minimalismo es connivente con un estilo de vida capitalista

Algo que me incomoda de esta corriente es que da la sensación de que el entorno social no parece tener influencia alguna en las necesidades del minimalista. Este silencio tácito tiene más de conformidad con el capitalismo que de rechazo a él. ¿Cabe conformarse con vivir en hogares de 30 metros cuadrados por muy minimalista que seas? ¿No será que precisamente el encarecimiento de la vivienda en las grandes ciudades condiciona que te acabes conformando con tener pocas posesiones en tu casa para que no te genere ansiedad el hecho de ver que no te cabe siquiera un estante con unos pocos libros?

Steve Jobs, Apple y el minimalismo

Detalle curioso: tanto en el documental sobre minimalismo como en los dos libros que he leído sobre el tema, Steve Jobs y Apple aparecían como una suerte de referentes del minimalismo. El iPhone y el MacBook parecen ser las dos herramientas indispensables que permiten llevar un estilo de vida con pocas posesiones para el minimalista (de hecho, en el libro de Fumio Sasaki estos dos gadget aparecen en la sección de agradeciemientos). También admiran, entre otras cosas, la práctica puesta de moda por Jobs o por Zuckerberg de llevar siempre una misma prenda de ropa.

Que dos de sus inspiraciones sean o hayan sido dos líderes de compañías que precisamente dominan o monopolizan gran parte del mercado tecnológico da que pensar.

A diferencia del libro sobre minimalismo digital previamente mencionado, en la obra de Fumio Sasaki no hay un atisbo de reflexión en lo referente a la acumulación que también se da en el mundo digital: de likes, de «amistades», de seguidores, de apps, de notificaciones, de correos por contestar, etc. Que no se puedan palpar no quiere decir que no lleguen a generar tanta o más ansiedad que el hecho de acumular mucha ropa o muchos libros.

¿Hay algo en lo que concuerdes con el minimalismo?

Como no todo va a ser malo, coincido en que:

  1. Más posesiones implican más preocupaciones.
  2. Nuestra necesidad de conservar más de lo que nos hace falta es difícil de justificar.

A pesar de la crítica, si queréis juzgar por vosotros mismos podéis leerlo en versión digital o en papel. Si eres miembro de Amazon Prime puedes leerlo gratis en formato digital.

El juicio final sobre «Goodbye, Things. cómo encontrar la felicidad con el arte de lo esencial»…


Compra el libro

Valoración

Goodbye, Things: cómo encontrar la felicidad con el arte de lo esencial
4 10 0 1
4/10
Total Score
  • Legibilidad
    5/10 Ni fu ni fa
  • Hedor a liberalismo
    2/10 Terrible
  • Discurso vacío
    3/10 Mal
  • Practicidad de los consejos
    6/10 Cumple

9 claves que resumen el libro de Fumio Sasaki

  • El minimalismo es una versión blanda del ascetismo tradicional.
  • El minimalismo no es ni mucho menos anticapitalista.
  • El minimalismo sigue siendo materialista, porque la acumulación de experiencias también es materialista. Y si vives en una ciudad, no sale barato.
  • El minimalista se apoya en lo digital para reducir todo lo tangible que hay en su hogar.
  • Steve Jobs y Zuckerberg son un ejemplo a seguir porque se ponen siempre la misma ropa y el iPhone y el Macbook molan mucho.
  • El minimalismo es conservador en la medida en la que reduce el cambio a una conducta meramente individual.
  • El minimalismo omite, por lo menos en este libro, que la acumulación digital, aunque no sea tangible, también existe.
  • Detrás del discurso que vincula minimalismo y felicidad hay poca evidencia científica.
  • Creo que tengo expectativas demasiado elevadas sobre los objetivos y la base teórica detrás del minimalismo, porque siempre que leo algo o veo algún documental sobre el tema me llevo una decepción.
6 comentarios
  1. Me ha parecido muy interesante este tema porque yo también me he llevado varias decepciones tras ver documentales y leer algunos libros; el que más me ha servido es el famoso de Marie Kondo, pero porque me ha ayudado a organizar más que ha desahacerme de cosas (quizá porque no me gusta acumular cosas que no uso, en general). Creo que es muy interesante la reflexión que haces sobre «conformarse» con pisos enanos y no tener casi nada porque no te cabe, y me aventuro a decir que es algo que se esconde tras esta moda del minimalismo para que algunas personas se etiqueten como tal y piensen que no pueden aspirar a más. Suena un poco conspiranoico (xD) pero es una posibilidad.

    1. Me alegro de no ser el único decepcionado. En realidad creo que lo que me mosquea de este tipo de corrientes es que atribuyan la aspiración a la felicidad a las acciones del sujeto, sin prestar atención a las decisiones que se toman como “tribu”, que son al fin y al cabo los condicionantes que más suelen afectar en la forma de vida que debemos llevar a cabo a diario.

  2. Bastante de acuerdo con la mayoría de las cosas. Vi los dos documentales, y aunque el primero si me hizo reflexionar, con el segundo me quedé con la sensación de que para ser minimalista hay que tener dinero (resumiendo a muy grandes rasgos).

    También me da la sensación de que es una corriente que busca que sintamos que vivimos con pocas cosas y en sitios pequeños por decisión propia y no por necesidad o imposición. Y aunque si que estoy de acuerdo en reducir el consumo, el desorden, las cosas de usar y tirar, etc., creo que el espacio es muy necesario para poder vivir dignamente. ¿Qué en una habitación donde te cabe solo la cama y una mesita puedes vivir? Si, pero seguramente lo harás mejor en una donde te puedas mover sin problema y no te sientas encerrado.

    1. Estoy de acuerdo. Creo que como corriente el minimalismo puede conformarse con poco espacio, pero como condición de vida social no cuadra. Además, suele coincidir que este tipo de postulados proceden de personas que o bien viven solas o en pareja. ¿Acaso no contemplan las dificultades que supone la ausencia de espacio en las familias más numerosas?

  3. Los minimalistas que propugna el libro sólo leen un tipo de libros, libros digitales, se supone que poseen 1 objeto de culto: el Iphone, sin el cual no pueden concebir existir. Son adictos al trabajo (como los norteamericanos, como los japoneses) es decir: adictos al dinero. Son de un ascetismo vacío. Solitarios, a-sociales, son una tribu que suscita una sonrisa indulgente. Lo único bueno es la certeza de que sí se puede vivir con menos, cualquiera que haya hecho un viaje largo lo sabe… pero convertirlo en una filosofía? La filosofía del «hedonismo digital» que pasa de la necesidad de reunirnos a compartir con nuestros pares.

    1. Esa es exactamente la sensación que me dejó esta lectura y otras similares. En línea opuesta a ello encontré hace relativamente poco un libro que abordaba parcialmente esta temática, pero en esta ocasión con una visión realista y destapando las incongruencias de este tipo de «filosofías». Por si te interesa, el libro se llama «El valor de la atención» (https://amzn.to/3tP8CB1), muy recomendable.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post Relacionados
Suscríbete ahora y recibe el ebook Nadie Debería Trabajar Jamás gratis
¡Lo quiero!
Total
0
Share