Oscuro Claro

Femen es un grupo de protesta ucraniana que fue fundada en 2008 en Kiev. Esta organización se dio a conocer internacionalmente por organizar diferentes protestas contra el turismo sexual, el seximo y otros males que afectan tanto al ámbito nacional como internacional. El motivo de su difusión internacional se debe al modo en que organizan sus protestas, con su cuerpo como principal reclamo para atraer la atención. En ellas, el topless se ha convertido en un símbolo de sus protestas.

Sus miembros básicamente proceden de la comunidad universitaria femenina entre los rangos de edad de los 18 a 20 años. Solo en Kiev se contabilizan unas 300 participantes, incluyendo algunos hombres, aunque estos forman una minoría. De los miembros activos, solo una veintena se han atrevido a hacer topless en sus reivindicaciones, pero este grupo ha sido más que suficiente para que sus causas tengan un impacto internacional insólito para  este tipo de protestas.

Sus métodos de protesta tienen detractores y favorables casi a partes iguales. Sus detractores consideran una incongruencia luchar por los derechos de las mujeres precisamente utilizando como reclamo su propio cuerpo. Ellas responden que «Esta es la única forma de ser escuchados en este país. Si se llevaran a cabo protestas con pancartas sencillas, nuestras reivinidicaciones no se conocerían». Sus objetivos son ambiciosos, ya que pretenden convertirse en el movimiento feminista más influyente en Europa.

La organización afirma haber creado sucursales en Varsovia, Zurich, Roma, Tel Aviv y Río de Janeiro. Incluso han tanteado la posibilidad de su participación en las próximas elecciones Ucranianas.

Independientemente de lo contradictorio que pueda parecer utilizar su cuerpo como reclamo de las causas feministas, no me cabe lugar a dudas que el impacto social es mayor que otro tipo de manifestaciones: aunque muchos acojan la iniciativa como una anécdota más del circo humano, otras muchas personas pueden acoger la valentía de estas mujeres como símbolo y modelo a seguir.

Y si no creéis lo de su valentía, echad un vistazo a las instantaneas de su última protesta ante la sede en Ucranía de la monopólica compañía de gas rusa Gazprom. A 22 grados bajo cero, pero con una sensación real de 31 grados bajo cero. Ya no hay escusa para no salir a la calle.

Fuente de las imágenes: Cryptome.org

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