Oscuro Claro

Lo prometido es deuda. Como comentaba en el anterior post, además de pasearme por los medios de prensa escrita con ese peculiar folleto que elaboré, existió un número de muestra de CyJ (C&J en su origen), con varios artículos, todos escritos por un servidor. La portada de dicho número no tiene desprecio en ninguno de sus titulares (¿Amarillismo? Que va, que va). Se trata de un ejemplar único, editado, impreso y grapado todo desde casa. Podéis imaginaros que el resultado debía distar mucho de lo que es una publicación profesional. Dentro de la misma publicación, además de los artículos, había nuevos trazos sobre lo que pretendía ser la publicación. Incluiría una sección de actualidad donde se ofrecería «información ampliada sobre los últimos fenómenos criminales acontecidos tanto a nivel local como nacional»; un apartado de opinión, que debía reunir «a una firma exterior, perteneciente al mundo criminológico, judicial, policial o penitenciario sobre algún tema de actualidad que exija debate o sobre alguna cuestión particular que el autor considere de especial relevancia sacar a relucir»; un espacio dedicado a fomentar la participación que englobaría «diversos aspectos, todos enfocados a que el lector muestre, de una forma u otra, su interés por eltipo de contenidos que cree convenientes para la revista, en forma de sección de preguntas sobre criminología, apartado de cartas, reflexiones personales sobre algún tema de actualidad, encuestas, debates,etc…»; cómo no, una sección titulada El perfil, que incluiría «de forma didáctica a la vez que rigurosa, el análisis de un perfil criminológico concreto»; un tema de debate en el que «se analizará, a través de diferentes estudios y artículos con propósito divulgativo, abordar un tema candente con reconocidos profesionales de sectores diferentes»; y un espacio dedicado a entrevistar a «alguna presonalidad relevante del mundo criminológico, abriendo en dicho apartado la posibilidad de que sean los propios lectores los que , através de diferentes canales de comunicación, elaboren las preguntas para el entrevistado».

¿Qué hizo que éste modelo de revista no saliera adelante? En primer lugar, es evidente que se trataba de una idea aún muy verde, con muchas carencias como para tomarla en serio. En segundo lugar, como ya comenté, el hecho de estar desarrollándolo todo por mi cuenta, sin asesoramiento ni ayuda de otros compañeros de disciplina. En tercer lugar, que ningún medio aceptara mi propuesta: en aquel momento no lo entendía, pero visto desde la distancia, era de perogrullo que no tendría éxito. Finalmente, una pura cuestión económica. La revista física nunca salió a la luz porque presupuesto con el que contaba era escaso, y realizar una tirada mínima de 500 ejemplares costaba en torno a los 1500 euros.

Fue en ese momento cuando una gran amiga (@Charnegui) me empezó a abrir los ojos y a comentar que tenía que plantearme el hacer una revista digital. Aunque no me acabara de convencer, no hace falta decir que al final he abrazado con entusiasmo la iniciativa digital, que ha permitido hacer de CyJ algo mucho más potente de lo que planteaba en sus inicios. La sección de opinión ha derivado en diferentes columnistas que han dinamizado nuestra página semana sí, semana también. Los temas de debate han derivado en interesantísimos monográficos que publicamos en ebook, o incluso en los seriales de artículos que publicamos en la web. La actualidad siempre está presente. Y contamos, como no, con una sección de perfiles criminales. Pero contamos con eso y mucho más. Y es que en el año y medio de andadura que llevamos, son ya más de 70 las firmas que han colaborado en la publicación. Ni me lo podía imaginar en su momento, ni me lo acabo de creer aún ahora.

Todo partió de una idea, con muchas cosas que corregir, pero que desde el momento en que empezó a contar con el apoyo de personas como Carlos Pérez Vaquero, Tomás Montero, Virginia Domingo, Francisco Javier Nistal, Agustín Salgado, Juan Enrique Soto, Juan Antonio Carreras y tantos otros que con sus aportaciones consiguieron que algo muy verde empezara a funcionar de una manera cada vez más profesional, y que apoyaron la iniciativa desde un primer momento. Porque para que algo tenga éxito, la fuerza del colectivo es clave. Por eso, este post va dedicado a todos los que habéis hecho posible durante este tiempo que un novato como yo pudiera poner en marcha un sueño personal como es Criminología y Justicia. Gracias.

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