Como ya viene siendo habitual, el Content Marketing Institute ha publicado recientemente diversos datos relevantes en torno a la evolución y tendencias del marketing de contenidos.
En el último informe presentan datos relativos al marketing de contenidos en pequeñas empresas (de 10 a 99 empleados), donde se confirma el peso de las redes sociales a la hora de promocionar una marca (un 93% de estas empresas las utiliza) y donde el blogging se mantiene una vez más como uno de los canales más utilizados para desplegarlas, presentando incluso un incremento respecto al año anterior (77% en 2013, 87% en 2014).
Sin embargo, uno de los datos más interesantes del informe se desprende cuando se le pregunta a las empresas por las estrategias de marketing que consideran más eficaces, encontrándonos con la publicación de ebooks y las webinars en primera posición. Un 65% de las empresas consideran estas dos estrategias como las más efectivas, y para el post de hoy me ocuparé de la primera: los ebooks.
Partiendo de la experiencia albergada en lo que a publicación de contenidos digitales se refiere, mi postura coincide bastante con las tendencias mostradas por el informe. El ebook presenta una serie de cualidades importantes que pueden hacer destacar a una marca o individuo de un modo mucho más profundo que a través de un blog o una red social, a saber:
- La reputación intrínseca que se atribuye al hecho de publicar un libro, aunque sea en formato digital. No todo el mundo es capaz de publicar, y si la obra presenta una calidad mínima, el valor obtenido será mayor.
- La posibilidad de centrar la atención durante un tiempo más prolongado. A diferencia de un post en un blog, el ebook consigue atraer al lector durante más tiempo siempre que la obra le resulte de interés, algo que da pie a que se forje una identidad más definida sobre la marca o la persona que lo escribe.
- Consigue expertizar a una persona o marca en el tema que trate. Escribir un ebook requiere por lo general de un trabajo de documentación y elaboración previo mayor que el que se realiza para escribir un post, por lo que el valor que puedes adquirir como especialista en una materia es sin duda más amplio.
Partiendo de esa diferencia, si eres bloguero o tienes algún contenido publicable que pueda servir para darte a conocer, no deberías tener ninguna duda sobre las ventajas que puede ofrecerte. Así mismo, creo que hay una serie de pautas que creo que deben ser tenidas en cuenta, ya que de lo contrario la publicación del ebook puede volverse en tu contra y perjudicarte como marca o individuo.
- En primer lugar, piensa que el lector llega a ti con la predisposición de dedicarte más atención de la que suele darle al contenido digital. Eso significa que si le decepcionas se va a sentir bastante más molesto de haber perdido el tiempo que si se topa con un artículo de mala calidad. Eso quiere decir que no todo vale y que tendrás que ser capaz de presentarle al lector aspectos sobre el tema que considere originales y/o relevantes, lo cual se traduce en una documentación bibliográfica seria sobre el tema a tratar.
- Si escribes habitualmente en un blog, tienes bastante ganado, ya que es probable que puedas aprovechar una gran parte del contenido que has ido publicando. Lo primero que tendrás que hacer entonces es revisar esos posts y compilar aquéllos que hablen de un mismo tema. Pero no basta con hacer un recopilatorio de posts y lanzarlo como publicación, sino que resultará importante que sepas vincularlos y englobarlos en un todo. Cuando empecé a escribir Emprender en criminología, en realidad cerca del 30% de la obra ya había sido materializada previamente a través de diferentes posts y textos de conferencias, pero ese material requería de un hilo conductor que vinculara esos textos para darle la forma de obra. Eso significa que por mucho trabajo previo que tengas hecho, siempre será conveniente que la redacción cuente con un porcentaje mínimo de contenido inédito y original que lo conjunte.
- Cantidad no es equivalente a calidad. Creo que algunos de los que se han apuntado al carro de la publicación de ebooks lo han hecho de manera equivocada, ya que han optado por sacar en masa una cantidad de publicaciones tal que roza el exceso. He visto autores publicar más de 15 ebooks en un solo año para posicionarse mejor en las listas de Amazon, pero cuyo contenido ha pasado completamente desapercibido, y no necesariamente porque los ebooks publicados estén mal escritos ni que el contenido no pueda ser interesante. Es mejor publicar un ebook que cuente con 20 páginas brillantes, que uno con 300 páginas repletas de paja. Piensa que lo importante es que te identifiquen y valoren como especialista en el tema.
- Olvídate de las ganancias y ofrece el ebook a un precio económico (o gratuito). Aunque desde hace un par de meses opté por liberar mi obra, tanto la opción de ponerle un precio al ebook como de ofrecerlo gratuitamente me parecen igual de válidas y con argumentos a favor y en contra que hacen difícil la elección. Pero si partimos de que lo importante aquí es el alcance que se le pueda dar al contenido que has escrito, piensa en darle la mayor accesibilidad posible. Mi experiencia vendiendo el libro en Amazon ha sido muy positiva. Pero el impacto de la distribución gratuita ha sido todavía mayor, y no ha implicado que el lector le diera menor valor a la obra (al contrario, cuando un lector queda satisfecho con el contenido te lo agradece doblemente, en tanto valora la obra y valora el hecho de que ésta se distribuya sin coste alguno). A la hora de decidir qué vía tomar, plantea cual es tu público objetivo para saber si están dispuestos a pagar un precio (en mi caso, la liberación de la obra provocó que muchos más estudiantes de criminología se leyeran la obra).
Se me ocurren otros aspectos que pueden ser tenidos en cuenta, pero creo que no son tan indispensables como los anteriores. Piensa, ante todo, que ese ebook va a tener, desde el momento en que lo publiques, un peso importante en la opinión que se pueda generar en torno a ti, así que no debes caer en la precipitación de publicar por publicar.