Ya he comentado en alguna ocasión los desorbitados e inalcanzables precios de la mayor parte de publicaciones científicas. Es evidente que la investigación requiere mucho trabajo detrás suyo, y que ese trabajo se ve reflejado, en gran parte, en el precio de libros y revistas académicas. Es sin embargo un lastre para todos aquellos que en un momento dado decidimos alejarnos del ámbito académico (ya que formar parte de una universidad te permite, por norma general, acceso a gran parte de estos contenidos) pero queremos estar al día de las novedades y publicaciones de nuestras respectivas disciplinas, o continuar el camino de la ciencia por nuestra cuenta.
La ciencia sale muy cara para los que nos interesamos en ella. Como ejemplo, os presento el montante de lo que costaría suscribirnos al top 10 de revistas criminológicas: un total de 1131 Euros (sin contar la Criminal Justice Behavior, que solo acepta suscripciones institucionales a un módico precio de 570 libras). Y estamos hablando tan solo de suscripciones digitales. Independientemente del amplio catálogo de artículos que estas revistas nos puedan proporcionar, es evidente que a día de hoy no muchos nos podemos permitir el lujo de acceder a las últimas novedades de la comunidad científica en nuestras respectivas disciplinas.
Afortunadamente, existen alternativas que nos permiten acceder a la ciencia sin tener que vaciar nuestros bolsillos de esa manera:
- La misma SAGE Journals, a pesar de los precios que nos presenta, nos permite, de cada revista, tener acceso libre a una serie de artículos de cada revista. Science Direct utiliza un método idéntico. Así mismo, en esta última también podemos encontrar cosas con tan poco sentido como que descargarte una editorial te cueste hasta 27 dólares. Creo que, por muy buena que sea la editorial, se puede hablar de un robo flagrante.
- Academic journals proporciona un acceso libre a revistas de investigación sin coste alguno. Todas las revistas que aloja se pueden descargar de forma gratuita, a la vez que se muestran disponibles para su distribución en cualquier otra plataforma. El catálogo no es muy amplio, pero no por ello implica que no encontremos revistas que puedan ser de nuestro interés.
- El DOAJ , o directorio de revistas de acceso libre, aloja revistas actuales con un acceso completamente gratuito a ellas. Podemos encontrar una parte importante de ellas en castellano, y su catálogo es más amplio que Academic Journals, aparte de gozar de un diseño y un sistema para los publicadores que facilita la inserción de revistas. Actualmente, podéis encontrar alojadas un total de 20 revistas de criminología
- Jstor Aloja bastantes artículos de revistas académicas descatalogadas con acceso libre. Es interesante sobre todo porque nos permite acceder a publicaciones de principios de siglo XX. Podéis consultar por ejemplo la cantidad de artículos existentes bajo el campo “criminology”. Da para unas cuantas horas de lectura.
- Google Scholar cada día trae más mejoras. Y, a medida que lo hace, nos facilita la posibilidad de acceder, sin tener que buscar en exceso, a artículos de manera gratuita a los que de otro modo nos sería imposible llegar. Simplemente hay que observar cuales de aquellos artículos que aparezcan en la búsqueda tienen un añadido donde se especifica [PDF] y el sitio donde está alojado. Podéis probar poniendo como palabra clave alguna de las revistas criminológicas mencionadas, y veréis que algunos artículos están abiertos a todos los lectores.
- Para mis amigos del gremio de criminólogos, tenemos la suerte de contar con una base de datos específica, procedente como no podía ser de otro modo de Estados Unidos. Si algunos no la conocíais ¡mal hecho! aunque aquí la tenéis : se trata de la National Criminal Justice Reference Service (NCJRS) es una institución federal que proporciona toda aquella información relacionada con el ámbito de la justicia y la criminalidad. En su servidor aloja todos todos los contenidos creados por el departamento de justicia de Estados Unidos, y que brotan de las siguientes instituciones: Office of the Assistant Attorney General (OAAG), Bureau of Justice Assistance (BJA), Bureau of Justice Statistics (BJS), National Institute of Justice (NIJ), Office for Victims of Crime (OVC), Office of Juvenile Justice and Delinquency Prevention (OJJDP) y la National Institute of Corrections (NIC)
Estas son solo unas poquísimas opciones. Os recomiendo explorar la lista de bases de datos y buscadores académicos que con la colaboración de mucha gente se ha construido en esa maravillosa invención que es la Wikipedia. En ella se especifican los sitios web que alojan contenidos gratuitos y aquellos que requieren suscripción.
¿Y para cuando un Spotify de libros académicos? La mayor parte de servicios de alojamiento de publicaciones académica deberan, sí o sí, renovarse. La era del PDF está tocando a su fin, y formatos como el EPUB o MOBI se harán con la mayor parte de cuota de lectura. Algunas de las mencionadas ya lo están haciendo, y van por buen camino. Así mismo, no estaría de más que se ofreciera un proyecto de publicaciones académicas partiendo del modelo de Platify , un servicio de alojamiento de libros que, para arrancar, ha subido más de 2000 títulos académicos que se pueden consultar en streaming. ¿Por qué no pensar en que las revistas académicas puedan alojarse mediante servicios como éste? Y que, bajo precios de suscripción razonables, todo el mundo tenga un acceso ilimitado a las publicaciones que desee. ¿Qué le sale más rentable a las revistas? ¿Vender sus derechos a instituciones y universidades, o optar por ofrecerlas directamente a millones de usuarios? Creo que no somos pocos los que apostaríamos con entusiasmo por una plataforma de este tipo. Del mismo modo, se promovería un auténtico acceso a la ciencia (que desgraciadamente muchos solo se pueden permitir a través de revistas de divulgación). En España, tenemos la iniciativa E-Dialnet , que permite que se alojen los contenidos para su lectura sin coste alguno a las publicaciones científicas indexadas en Dialnet que lo deseen. La iniciativa es estupenda, aunque la pega está en lo que comentaba anteriormente: la era del PDF está tocando a su fin. Así mismo, eso no implica el fin de Dialnet ni mucho menos. Simplemente, alguno de los becarios de la fundación (si es que tiene, que lo ignoro) tendrá que hacer un trabajo de chinos cambiando los formatos y alojando nuevamente todos los contenidos cuando llegue el momento. El camino que siguen es, sin duda alguna, el adecuado.
Fuente de la imagen: Jerry Paffendorf