Oscuro Claro

Descubro casi por casualidad la existencia de una plataforma de venta de ebooks procedentes de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas, que reúne a prácticamente todas las editoras académicas universitarias de España. El servicio bautizado como Unebook, gestionado por Publidisa, ofrece la posibilidad de adquirir volúmenes académicos en formato Ebook. Por lo que parece, la página se puso en marcha en otoño de 2010, y desde entonces los resultados son poco alentadores, con una ratio de unas 50 visitas diarias. Un triste bagaje para tanto potencial, lo cual me lleva a plantear la serie de fallos garrafales que hacen que esta plataforma esté, a la práctica, en desuso:

Es una página estática. Diría que muy estática. No hay sistema de recomendaciones (“si te gusta esto, te gustará…”), no hay modos enriquecedores de compartir contenido (poner un botón de +1, o de Me gusta, o de Twitter, no es suficiente), no hay posibilidad de interacción.

Un carrito de la compra no es sinónimo de ventas. Una plataforma de ecommerce debe ser algo más que un lugar donde vender un producto. No basta con que sea un espacio donde uno pueda ver las portadas del libro, una brevísima sinopsis, y, si se da el caso, algún comentario sobre la obra. Debe tener mucho, muchísimo más: contenido extra, modos originales de dinamizar la obra dentro y fuera de la web, ofertas de lectura adaptadas a diferentes tipos de usuario, modos de suscripción a temáticas…Opciones hay para dar y regalar, unas pueden ser más eficaces que otras, pero en Unebook y Publidisa no han apostado por ninguna de ellas.

Precios desorbitados. Sé que a muchos les puede pesar ofrecer precios más bajos por una obra a la que pueden haber dedicado mucho tiempo. Que la investigación académica es dura, y que eso debe reflejarse en el precio. Eso en el caso en que el autor tiene algún poder de decisión sobre el precio. Cuando es la editora la que pone esos precios tan altos (que es en la mayoría de casos), se trata de un error fruto de la desorientación ante los nuevos modos de venta de contenido. Elevar el precio de un ebook, sabiendo el ahorro en costes de producción que supone, el riesgo mucho más bajo de pérdidas, etc…me sigue pareciendo un abuso. El editor ha perdido la potestad exclusiva de darle valor a un ejemplar, y debe asumir que su competencia ahora se comparte al 50% (o más) con el lector (ya que es gracias a su labor de difusión de la obra el modo en el que se consiguen captar a gran parte de los clientes). Por ahora, el valor medio que el usuario da a un ebook es de menos de 5 euros. Podéis leer más sobre políticas de precio adecuadas al ebook aquí (donde se concluye que un ebook debe valer siempre menos que el libro en formato de bolsillo).

Uso de DRM. Proteger sus obras con DRM, alegando que es a la vez un modo de confirmar la originalidad de un contenido, suena a broma. A veces la codicia lleva al autoengaño. Y usarlo es seguir considerando al lector como un pirata. En este caso, coincido plenamente con lo expuesto por los compañeros de DosDoce sobre el tema. Según Publidisa, el DRM “protege los derechos de autor, garantiza al consumidor final la legalidad y autenticidad de las obras ofertadas, y permite la lectura en los visores de libros electrónicos y dispositivos de lectura más comercializados.”  

No hay conexión con otros canales de venta (bueno sí, con los suyos): Sorprende la ausencia de otros canales donde se vendan los ebook. Principalmente me llama la atención que no exista la posibilidad de adquirirlos a través de Amazon, con un mayor nivel de impacto, cuando el trabajo de maquetación del ebook ya ha sido realizado. Y impedimento no tienen ninguno: esos libros están en Amazon en formato físico, pero no en ebook, por lo que con una cuenta en KdP Amazon podrían distribuir fácilmente los ebooks ya creados. Las razones por las que no lo hacen, las ignoro.
El paréntesis responde a que  estos ebooks se venden a través de la plataforma Todoebook.com , que forma parte de Publidisa, y que sí tiene una mayor incidencia en la venta de libros electrónicos, con aproximadamente 3000 usuarios diarios. Pero claro, si los comparamos con los 21 millones de usuarios diaros de Amazon, y que el vendedor de un producto a través de KdP puede llegar a obtener un 70% de beneficios por venta, extraña la decisión tomada por Publidisa. Por cierto, lo dicho sobre Unebook es aplicable a Todoebook: web estática,precios altos,falta de recursos para compartir contenidos…

Las editoriales deben dejar de trabajar de una vez desde los modelos y postulados de antaño. Renovarse o morir.

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