Entre el completo sistema de bases de datos públicas que proporciona el gobierno de los Estados Unidos existe un apartado específico dedicado a los costes que provocan el uso de ciertos servicios en cada departamento, órgano de gobierno, institución o servicio público. Además de un necesario ejercicio de transparencia, nos ayuda a conocer con mejor detalle qué costes produce a los ciudadanos el uso de sus propios servicios. En el caso que se expone se presentan los costes que producen las muertes violentas, y que podéis observar vía la siguiente gráfica:
Fuente: CDC
El cálculo se realiza en función de los costes médicos derivados del intento de salvar a la persona (tratamiento médico, rehabilitación..) y el salario de la persona fallecida en el momento de la muerte, que afecta negativamente al PIB nacional en tanto a pérdida de productividad. Evidentemente, una muerte violenta deriva en costes de impacto mayores a los presentados bajo esa combinación: las costas judiciales en caso de investigación y juicio al posible autor del crimen, el daño mental y emocional que produce a los familiares y allegados y que puede afectar a su vida normal (derivando en pérdida de productividad laboral o afecciones psicopatológicos que requieren de un tratamiento) o los daños a la propiedad (como los que puede provocar por ejemplo el suicidio de una persona tirándose al andén del metro).
La tabla muestra el coste por muerte violenta en Estados Unidos a partir del censo de 2005 (National Vital Statistics System). En total fueron 51.000 las muertes violentas que hubo ese año, mayoritariamente de hombres, y que dejan un balance de gasto de 47.000 millones de dólares, dejando un coste medio por habitante de 160 dólares, una cifra relativamente baja teniendo en cuenta la cantidad de muertes que se mencionan.
Puedes ver más tablas sobre los costes de la violencia aquí
