No suelo ser muy dado a entrar a discutir mucho de lo que se afirma dentro de las redes sociales. Sin embargo, ayer, entre los múltiples mensajes de condolencia por el ataque a Charlie Hebdo me encontré uno procedente de «Revista Liberación» (Una página de Facebook que se define como libertaria en la que, por cierto, no se indica ninguna dirección que lleve a la revista en cuestión). Este mensaje me resultó de tremendo mal gusto por el momento que aprovechó para plantear su tesis. Pero para más inri, la mitad de las cosas que afirma en él son falsas.
Empecemos por el post en cuestión:
«Lo ocurrido hoy en París nos demuestra 3 cosas:
1. El estado es incapaz de hacer algo bien, en este caso como encargado de la seguridad ciudadana es incapaz de cumplir una de sus funciones como monopolista de la seguridad: la prevención del crimen.
2. Los policías actuales son meros funcionarios del estado, acostumbrados únicamente a la burocracia y al papeleo administrativo y con muy poca o nula preparación en defensa y uso de las armas. Lo único que hacen para justificar su existencia es hacer lo que les resulta más fácil: detener a gente que comete «delitos» sin víctima (por drogas, prostitución, inmigración… etc) y que no hacen daño a nadie.
3. Como conclusión, la solución para evitar estas cosas sería: empresas privadas de seguridad y una población con derecho a portar armas. A nadie medianamente inteligente se le escapa lo que le pasaría a esos 2 encapuchados en un lugar en que sus potenciales víctimas están armadas y donde las personas encargadas de seguridad tiene una buena preparación (en seguridad y no en burocracia).»
Estas afirmaciones son discutibles y poco sostenibles. El primer punto da pie un silogismo falaz: si la prevención del crimen no es 100% efectiva con la potestad del estado, entonces la solución a los problemas de seguridad es la ausencia del mismo. Si eso fuera así, no tendría sentido siquiera plantear políticas criminales o cambios de legislación, dado que según esta tesis no resultarán nunca eficaces.
Tampoco el segundo y tercer puntos son ciertos, aunque deba dársele la razón en lo que a falta preparación en el uso de armas, algo de lo que Ernesto Pérez Vera habla largo y tendido en su libro. Ceder la potestad de la seguridad a empresas privadas y al ciudadano me parece aberrante. En el caso de los primeros, no son pocos los escándalos y el interés secundario por la seguridad cuando parte de la gestión de la seguridad pública ha sido cedida a manos privadas. Y ya no hablemos de darle potestad al ciudadano para resolver por su propia mano los conflictos a través del derecho a portar armas. Estados Unidos sería el país que más se acerca a este tipo de sistema, un país con tasas de criminalidad de 7 a 8 veces mayores que las de España.
Sin embargo, a pesar de que no me encuentro acorde con lo que se sostiene, puedo aceptar que estas tesis se planteen. Lo que sí es inaceptable es todo lo que se afirma a posteriori en el hilo de comentarios, que resulta ser falso y fácilmente contrastable.
Por ejemplo:
«En EEUU la gran mayoría de las muertes causadas por armas de fuego las causa la propia policía»
Falso e insultante para los cuerpos policiales. Para hacernos una idea, en 2012 fueron 449 las muertes causadas por la propia policía (y eso sin desglosar el arma utilizada). Si la afirmación fuera cierta, la policía de Estados Unidos sería responsable de la muerte de más de 5.000 personas al año.
«en los homicidios entre civiles siguen siendo otros objetos como las armas blancas los medios más usados [En EE.UU]»
Falso. Según The Whashington Post, en Estados Unidos el 67.5% de los homicidios se cometen usando armas de fuego.
«El país con más ratio de armas por habitante es Suiza y tiene unas de las tasas más bajas de criminalidad del mundo «
Falsísimo. El país con más ratio de armas por habitante es, de lejos, Estados Unidos, con un 88,8%. Suiza está en tercer lugar con un 45,7%. Y por cierto, es, por detrás de Macedonia, el país europeo con más ratio de homicidios por arma de fuego.
Tengo un profundo respeto a las tesis libertarias, pero sostener afirmaciones como las anteriores con barbaridades como las que se dicen es un insulto a la propia filosofía que da origen a estos posicionamientos. Hay temas en los que nos va la vida, y me parece delicado jugar con este tipo de discursos sin tener conciencia real de los peligros que ello conlleva.