Probablemente uno de los fenómenos criminales más abandonados y menos estudiados sea a día de hoy el robo hormiga. La poca literatura científica existente da buena cuenta de ello, con muy pocos estudios que hayan aportado algo de luz a un fenómeno que genera importantes pérdidas en las empresas.
El robo hormiga es todo aquél robo que se lleva a cabo en el seno de una actividad empresarial, ya sea por parte de clientes como de empleados. Para el caso que nos toca, nos centraremos en el robo perpetrado por los propios empleados.
Chen y Sandino (2012) realizaron uno de los estudios más relevantes que podemos encontrar relacionados con el tema. Según algunos datos extraídos de dicho estudio se calcula que el robo hormiga implica unas pérdidas de 200.000 millones de dólares anuales en las empresas norteamericanas según Murphy (1993). También mencionan la encuesta realizada por Hollinger y Clark realizada en 1983 donde indicaba que el 35% de empleados del sector del comercio admitieron haber robado a su empresa. Según la National Retail Security Survey, en 2008 solo el sector del comercio notificó pérdidas de inventario por valor de 16.000 millones de dólares, implicando entre el 0,25% y el 1,60% de las pérdidas totales de las empresas. Ese motivo es el que lleva a los autores del estudio a centrar su análisis en ese sector.
Por esa razón, los autores del estudio realizaron un análisis en el que revisaban la correlación entre salarios y reducción del robo hormiga. La idea de base es que cuando el salario del trabajador está por encima de la media de su sector, la incidencia disminuye, y viceversa. Tesis que se subdivide en dos hipótesis.
- Un sueldo relativamente elevado reduce la incidencia del robo hormiga porque:
[lobo_icon size=»fa-tn» icon=»fa-caret-square-o-right» color=»» break=»float»] Induce a los empleados a responder positivamente ante ese «premio» salarial. Así, los que creen que se le paga de más por su trabajo tienden a responder trabajando más duramente y contribuyendo a un ambiente más productivo. En cambio, los que creen que su sueldo les infravalora tienden a cometer mas robos a la empresa.
[lobo_icon size=»fa-tn» icon=»fa-caret-square-o-right» color=»» break=»float»] Aumentan los costes que implica para el empleado el ser despedido, viendo un mayor riesgo de consecuencias negativas en el robo.
[lobo_icon size=»fa-tn» icon=»fa-caret-square-o-right» color=»» break=»float»] Atraen a gente más honesta. Esta tesis se sustenta en la idea de la relación entre la capacidad de una persona para llevar a cabo un trabajo y el sueldo que está dispuesto a aceptar. Así, a mejores habilidades, más exigencia salarial. Ello implica que si una empresa ofrece sueldos por encima de la media de su sector, tendrá más posibilidades de atraer a mejores candidatos. Este argumento se aplicaría aquí a los principios éticos: cuanto más digno sea el sueldo, más íntegra será la persona que desee acceder al puesto de trabajo. - A sueldos por encima de la media, aumentará la vigilancia y el reporte de los compañeros en el caso de que se produzca un robo por parte de un empleado. En cambio, cuando los salarios sean relativamente más bajos, los empleados serán más propensos a mostrarse comprensivos con robos de sus compañeros de trabajo, protegiendo su conducta y incluso reproduciéndola. Del mismo modo que en la primera hipótesis, las implicaciones de un posible despido llevarían también al trabajador a reportar un robo de otro empleado para reducir el riesgo de sufrir represalias por las acciones de otro compañero.
Los resultados fueron significativos para ambas hipótesis, si bien en las dos existen matices:
- Sobre la primera hipótesis, se encontró que sí existía una relación entre reducción del robo por parte de los empleados y el aumento salarial. Sin embargo, no se da esa correlación cuando el empleado cobra por debajo de la media salarial del sector.
- Respecto a la segunda hipótesis, es reseñable por ejemplo el resultado que muestra que trabajar con otros compañeros de trabajo aumenta significativamente el robo de productos, mientras que cuando el robo es de dinero en efectivo esa correlación no existe. Una de las tesis con la que los autores explican esta situación es la interpretación de la acción. El robo de un producto muchas veces no es cuantificado por parte del compañero de trabajo, lo cual puede dar lugar a una visión de la acción que tienda a quitar importancia a la acción. En cambio, el robo de efectivo es fácilmente cuantificable, y se entiende como un acto criminalmente más reprochable. Los resultados muestran que la segunda hipótesis aplica al robo de productos, pero la subida salarial no parece tener la misma eficacia cuando de lo que se trata es de reducir el robo de efectivo.
Uno de los puntos interesantes que postula el estudio es el análisis costes-beneficios que produciría el aumento de un dólar la hora de trabajo sobre la media salarial del sector. En ese análisis comprueban que esa subida salarial contribuiría evidentemente a reducir el robo hormiga, generando menos pérdidas por esa parte, pero esa reducción de pérdidas por el robo hormiga solo contribuiría a costear el 39% de la subida salarial. Se puede plantear entonces que a las empresas no les vale la pena realizar ese incremento salarial, y que es mejor asumir las pérdidas que producen este tipo de robos y pagar menos a los empleados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a parte de los beneficios directos que se observan con el aumento salarial, existen otros que indirectamente hay que tener en cuenta, como la mejora de la productividad y la implicación del empleado en la empresa. Del mismo modo, hay que tener en cuenta que el robo de un empleado a su empresa va más allá de los costes económicos: es una muestra directa de que su implicación con la empresa no es la más adecuada. Invita además a que el empleado piense que existe una falta de control dentro de su organización. El robo se convierte entonces en un síntoma de que puede existir un problema mayor en la relación entre empleado y empresa.
Igual que hemos visto con el acoso laboral, la permisividad en esta modalidad de robo introduce una disfuncionalidad en la empresa que puede llegar a afectar a toda su estructura. Ser capaces de tomar las medidas correspondientes para paliarlo ha de ir más allá de la introducción de medidas de supervisión, y pasa por entender las razones que llevan a que un empleado vea justificada dicha acción.