Tras lo sucedido en Barcelona, Felip Puig se apresuró a declarar en el día de ayer sobre la elaboración de un plan antiguerrilla para combatir los incidentes de violencia callejera. Según comenta, unas 2.000 personas forman parte de este grupo de antisistema, aunque tengo curiosidad por saber como ha obtenido esa información. Artur Mas ya se aventuró a anunciar «tolerancia cero» a la violencia urbana, y Arturo Fernandez Díaz hablaba incluso de aplicar la ley antiterrorista a la quema de contenedores y destrozo de escaparates de los comercios. Por todo ello, se espera un plan para la implantación de nuevas medidas políticas, legales y judiciales. A falta de que se presenten, es de preveer que iran encaminadas a elevar el grado de represión en Catalunya. ¿Es sin embargo la solución?
Para invitar a la reflexión, os dejo un video con la detención de un hombre armado con un machete en Reino Unido. Para su detención, hicieron falta 30 efectivos policiales, cuyas única arma de inhibición fue el gas CS, un gas lacrimógeno. Eso, contra una persona que tiene un machete bastante contundente. La escena puede resultar algo cómica, pero sin embargo, consiguen llevar a cabo su objetivo: la detención de un sujeto peligroso sin necesidad de que sufra heridas graves. Que las fuerzas de seguridad tengan la potestad de la violencia estatal no implica que se pueda hacer de esta un uso indiscriminado. Quizá el éxito contra la guerrilla urbana estribe no tanto en la tolerancia cero sino, precisamente, en promover la no violencia entre aquellos que pueden ejercerla legítimamente, más cuando las fuerzas de seguridad autonómicas catalanas gozan de una imagen cada vez más mala entre la población por los episodios de violencia injustificada que se han venido llevando a cabo en los últimos años, agudizándose sobretodo en 2011. No deberían sorprenderse por ello de que una parte de la población que no pertenece a esa supuesta guerrilla urbana no vea con malos ojos estos actos de violencia callejera.
La tautología es simple: Si la violencia se combate con violencia, el resultado final será más violencia.
