Oscuro Claro

Cuando digo que a veces tengo la sensación de que ni siquiera los propios científicos y académicos tienen interés en dar a conocer su obra, creo que lo digo con conocimiento de causa. Cuando la información ni siquiera se comparte entre compañeros de gremio, es aún peor. Ahí va un ejemplo de lo que te puedes encontrar, una situación más habitual de lo que uno desearía.

La petición:

La respuesta:

 

En el caso presentado, por lo menos se da la posibilidad de adquirir el ejemplar sin asociarse a la entidad. En otras ocasiones no tienes la misma suerte. Incluso he llegado a encontrar asociaciones que a pesar de hacer especial mención en sus estatutos a la labor que realizan de divulgación científica, te requieren asociarte a ella en caso de que tengas alguna aportación relevante en la disciplina y quieras difundirla al resto de socios (ya sean publicaciones, conferencias, congresos etc). Acepto con resignación estas prácticas porque cada colectivo decide lo que considera conveniente para sus intereses, pero repruebo ese doble rasero de muchas entidades que dicen promover la investigación a la par que limitan su acceso. 

La accesibilidad al contenido científico y académico no implica necesariamente el todo gratis, pero sí exige la anulación de barreras absurdas (y ignoro si son siquiera rentables) en el acceso al conocimiento.

El saber no ocupará lugar, pero cuesta un dineral.

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